Esta semana pasada se celebró Alimentaria (Salón Internacional de Alimentación y Bebidas) en la Fira de Barcelona. El salón ocupa una superficie (94,500 m2, según la pagina Web de la Feria.) que disminuye respecto 2008 y se registra una cantidad de participantes menor que años atrás. La única cifra positiva pero, es la presencia internacional.
Este salón representa un escenario perfecto para tener una visión global del mercado nacional y representaba una buena ocasión para conocer varios agentes que por ahí se mezclaban. Así que después de estar taladrando a amigos y conocidos para ver si me podían conseguir un pase y perder un trabajo en el mismo alimentaría como azafata (que hubiera sido muy interesante), finalmente llego el jueves y venga tren, metro ferrocarriles, buses, caminatas y me presento en modo sauna en la feria. Algunos amigos y comerciales me habían advertido que este año la cosa iría más floja y muchas empresas reducirían el número de stands y yo pensaba que eso provocaría más originalidad y creatividad para llamar la atención. In situ me di cuenta que las grandes marcas se gastaron mucho presupuesto en la construcción de enormes stands y las pequeñas marcas tenían un menor espacio. Quizás esa reducción de espacio o de presupuesto hizo que todos los comerciales revolotearan por la feria relacionándose frenéticamente (en sentido comercial) con toda persona que se moviera un poco y convirtiéndose en los verdaderos protagonistas del evento. Impresionaba verlos, seguro que esos días se vendieron millones de cosas que no tenían nada que ver con Alimentaria.
Este salón representa un escenario perfecto para tener una visión global del mercado nacional y representaba una buena ocasión para conocer varios agentes que por ahí se mezclaban. Así que después de estar taladrando a amigos y conocidos para ver si me podían conseguir un pase y perder un trabajo en el mismo alimentaría como azafata (que hubiera sido muy interesante), finalmente llego el jueves y venga tren, metro ferrocarriles, buses, caminatas y me presento en modo sauna en la feria. Algunos amigos y comerciales me habían advertido que este año la cosa iría más floja y muchas empresas reducirían el número de stands y yo pensaba que eso provocaría más originalidad y creatividad para llamar la atención. In situ me di cuenta que las grandes marcas se gastaron mucho presupuesto en la construcción de enormes stands y las pequeñas marcas tenían un menor espacio. Quizás esa reducción de espacio o de presupuesto hizo que todos los comerciales revolotearan por la feria relacionándose frenéticamente (en sentido comercial) con toda persona que se moviera un poco y convirtiéndose en los verdaderos protagonistas del evento. Impresionaba verlos, seguro que esos días se vendieron millones de cosas que no tenían nada que ver con Alimentaria.
Yo estuve unas horas pero esos comerciales lo han dado todo durante días, se merecen que sus respectivas empresas les paguen como mínimo una sesión de spa o un plus por peligrosidad. En general se observaba la tendencia al ecologismo pero no muy significativa, packagings poco “ecológicos” pero muy llamativos, sampling de producto muy original, espectacularidad de los stands de las grandes marcas (cascadas de chocolate, barras de bar, coctelerías, piscina con tumbonas para tomar el sol, espacios de negocio, azafatas disfrazadas y bolsas de caldo Knorr).
Doncs es jo no he probat cap de totes les delicades exquisiteses que ens il·lumines en aquest magnific article, el qual seria digne d'algun dominical de prestigi editat per un diari de llarga tirada. Espero inpacientment, com si un capitol de serie fos, la propera partitura literaria d'aquest blog de contiguts sorprenets i suculets.
ResponderEliminarGràcies per una petita estoneta de lectura interessant i entretinguda. Prometo donar l'opinio d'alló proposat...
Muchas gracias por tu entrada, te tomo la palabra y espero tu colaboración y tu opinión. :)
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